lunes, 31 de octubre de 2011

Scene 20: 14. Cacahuetes

Porque Theo siempre hubiera querido que en su salón hubiera un bol con cacahuetes, o con pipas, o al menos con algo dulce. Incluso los orejones secos que exhibía el frutero de su abuela le hubieran parecido bien. Pero no, en aquella casa era impensable que entrase algo tan vulgar, tan sencillo como los cacahuetes. Sus amigos, los pocos que lo visitaban, encontraban algunos caramelos sin azúcar, sin colorantes, conservantes o aditivos, hechos con zumo natural y cuyas envueltas eran biodegradables , sus ingredientes orgánicos, y su sabor... nulo. Incluso el chocolate que consumían en casa ("un pellizco, cariño, recuerda que tiene teobromina y te pondrá nervioso, amén de los flavonoles, que pueden hacer que te marees") llevaba sal en vez de azúcar, 'para potenciar el verdadero sabor del cacao', aseveraba su padre, con un dedo en sus enciclopedias. Sal, por todos los dioses.

Así que a veces, después de disfrutar de un mordisquito de chocolatina a medias, en un rincón del colegio, se sentaba por la tarde frente a aquella horrible bombonera de Bohemia llena de supuestas golosinas, a imaginar cómo podría destruirla sin que nadie lo supiera. Aun así, pensaba apesadumbrado, seguramente eso no haría aparecer golosinas de verdad en su lugar, sino reproches y castigos, una bombonera aún más cara (y, por ende, más horrorosa) y otro puñado de caramelos detestables.

Cascar un cacahuete con los dedos fue la experiencia más placentera que jamás había experimentado cuando, aquella tarde, la madre de Ofelia los llevó al cine. Debía tener unos seis años, y era la primera vez que sus padres lo dejaban a cargo de otro adulto.
Abrumado por los miles de colores de la tienda de chuches, no había sabido decidirse por ninguno, así que se llevó dejar por el instinto. Y descubrió aquellos extraños frutos, que le recordaban al arrugado rostro del busto de Tiresias que su padre tenía en el despacho. Pensando que alcanzaría un poco más de sabiduría abriéndole el cráneo al viejo adivino, pidió una bolsa pequeña de cacahuetes.
Ah, al crepitar de aquella cáscara las manos le temblaron como a un anciano. Recubiertos en bronce, prometían al desvelarlos un sabor arcaico. No se llenó la boca con ellos, sino que los saboreó lentamente, deleitándose en los crujidos, la suavidad y el tueste de aquellos mantecosos bocados.

Nunca confesó a sus padres ese placer secreto pero, aun hoy, algunas veces se compra un puñadito, apenas media docena de cacahuetes, y huye con ellos a los momentos infantiles en que se sentía un héroe antiguo, trayendo el conocimiento a las almas en penumbra. Y eso también le provoca carcajadas, secretas y amargas, recordando el busto de Tiresias y su hieratismo, las manos también arrugadas de su padre, y el rictus amargo y severo de los labios maternos cuando le negaban el azúcar, los colores, los aditivos, los flavolones y la teobromina.


uno

sábado, 29 de octubre de 2011

Scene 20: 17. Sueño

Normalmente no duerme.

Suele quedarse despierta, mirando a La Grande. No le hace falta el tiempo para descansar, como ha encontrado su regazo, el mundo va despacito y no se cansa. Le fascina cómo la gente grande y la gente pequeña desaparecen mientras duermen. No comen, no ríen, no beben, no hablan, no se mueven. Sólo existen, del mismo modo en que existen los juguetes o los bordillos, las tejas o el polvo, pero un poquito más calientes.
Eso es lo que más le gusta de las personas dormidas, el calor. Se arrebuja un poco en las sábanas y se pierde en el hueco del brazo de La Grande. La oye respirar como a un pajarillo, siente el rumor tenue de su corazón intentando hablar. Pero las palabras no le salen, sólo el ritmo y la sangre. El ritmo y la sangre.

Los seres dormidos se vuelven animales. Rotación de la tierra, procesos químicos, erosión, putrefacción, crecimiento, consumo, regeneración y gloria, calma y batalla. Mente en ebullición encajada en un estante vacío. Le da miedo tocar a los dormidos, del mismo modo en que le da miedo tocar a los muertos. Son muertos con el alma aún atada dentro.
Tan aturdida que Noviembre no sabe leerla. Son sus propios momentos de calma, de búsqueda y orden, cuando no hay voces que la llamen o gestos que la apremien. Son los momentos en los que puede hablar un poco consigo misma. Cuando el mundo se hunde en el sueño.
Pero no del todo, pues sabe que la tierra sigue girando. Su sordo rumor siempre está presente, como el sonido incesante del mar en las casas de la costa. Y su concha se erosiona, pensando que hay más despiertos al otro lado, en otros hogares, tras otras puertas. Que hay más almas en movimiento, más bocas que mastican y dedos que rascan, que no hay silencio.

Sabe que sólo podrá descansar por completo cuando el mundo se detenga, y todos los vivos se conviertan en estatuas. Quizá entonces pueda caminar descalza entre cenizas y escombros, y encontrarse a sí misma del todo.

Mientras, Noviembre echa alguna que otra cabezada. Se parece bastante a morirse, aunque luego vengan los sueños a comerle la cabeza.

Esperará al invierno cubierta por la nieve de las sábanas.

Hug me, and I'll forget

viernes, 28 de octubre de 2011

Scene 20

He visto en algunos blogs un meme que me ha llamado mucho la atención. Se trata del Scene20 que, según informa Saya en su blog, está extraido del foro BBSDreams.

El meme consiste en una lista de palabras, de las cuales hay que escribir un pequeño texto relacionado con la historia/carácter de alguno de los personajes que encarnan tus bjdolls. La palabra puede aparecer citada en la pequeña historia, o hacerle referencia conceptualmente.

Como siempre he dicho, mis nenes no encarnan ningún personaje preestablecido, sino que los compro porque me gustan estéticamente y, en el momento en que pienso qué ropa, pelo y ojos ponerles, se me ocurre un carácter, un motivo o una respuesta para sus formas de ser. Con lo cual, y como ejercicio literario, voy a emprender este meme y... a ver qué sale.

Hatsune's Scene 20

1. Café
2. Soledad
3. Color
4. Cenicero
5. Sonrisa
6. Mar
7. Foto
8. Sexo
9. Chichón
10. Silencio
11. Hospital
12. Tacones
13. Amigo
14. Cacahuetes
15. Manos
16. Agridulce
17. Sueño
18. Viaje
19. Música
20. Pijama
21. (Palabra a añadir)

He pedido un número random a uno de mis hermanos, y ese será el primero. Creo que será más interesante así.

martes, 25 de octubre de 2011

Sorteo de Madame Butterfly

Michiru se nos ha hecho un blog y, no contenta con ofrecernos sus historias, vivencias y fotografías... ¡además va y nos monta un sorteo! Esta chica es de lo que no hay.


 Lo que Michiru sortea es fabricado en su preciosa tienda de ropa para BJDolls, Madame Butterfly. El lote, pensado para Minifée chica, consta de:

  • Vestido pin-up con boina a juego.
  • Conjunto de lencería compuesto de corset y braguita a juego.
  • Summer dress o Kimono
  • 2 diademas una forrada con tela y otra de abalorios.
  • 2 pelucas de fur.
  • Extra sorpresa.

Espero ser la agraciada, ya que me cuesta horrores encontrar ropa adecuada para Miranda y todo lo que sortea Michiru tiene una pinta estupendérrima. Y si no lo soy... enhorabuena a quien se lleve a casa este lote tan magnífico. Suerte a todos los participantes :)

Pinchando aquí iréis a su blog para ver las bases.

Hatsune

viernes, 21 de octubre de 2011

Viajar con los enanos

Ya iba siendo hora de que me hiciera otra escapada a tierras mallorquinas... que hace dos meses que no respiro su olor a leña y a flores nocturnas. Para comenzar, os diré que vuelo muy a menudo, digamos que una vez al mes o cada dos meses, dirección Palma de Mallorca.

Siempre que me encuentro en la situación de viajar, se me viene a la mente una pregunta... ¿Cómo viajáis vosotros con los resinosillos?

En el caso de este viaje, voy a llevar dos maletas: una facturada y otra de mano. Ya, ya sé que voy sólo para cuatro días, pero quiero adelantar un poco de equipaje porque luego me espera todo noviembre en Mallorca y no quiero agobiarme a la ida con mostrencos maletiles.
Es la primera vez que viajo con maleta como equipaje de mano. Vamos a ver, siempre llevo equipaje de mano, pero suele ser una mochila pequeña + una mochila grande con ruedas que compré el año pasado. O bien el ordenador y la mochila pequeña. O incluso la mochila peque y un bolso verde militar que llevo colgado cruzado... y esto, acarreando la maleta. Que una no escatima en meter y meter porquerías en la maleta. Mi maldita ley mental es: cuanto más espacio haya, más cosas meto, hasta no poder cerrar la cremallera. Y eso que yo he sido de pasar fines de semana largos (cuatro días) con un pijama, dos camisetas y una bolsa de aseo... pues no, la niña tiene que llenar una maleta hasta los 20 kilos cada vez que se pone en avión.

El tema del transporte de los muñecos no es baladí. Nunca he facturado ninguno, si no contamos cuando compré el cuerpo de Rong+cabeza de Fei para Miranda, los mandé enviar a Mallorca porque estaba de vacaciones largas y viajaron en su caja dentro de la maleta facturada (con las convenientes trincheras de ropa a presión, que una es muy agonías para las cosas frágiles en bodega).

Siempre han ido conmigo. Normalmente viaja Miranda sola, aunque he descubierto que haciendo un poco de tetris caben Miranda y Theo en la bolsa pequeñuca que me regaló Resinsoul cuando compré a la nena. Normalmente iba Miranda en esa bolsa, pillada por la tapa del bolso verde para que conformen 'un solo bulto'. He logrado incluso hacérselo tragar a Ryanair... eran dos piezas en un bulto.

De todas formas, esa forma de transporte no me gustaba demasiado. Me parecía que cualquier hijo de hiena podía tirar de la bolsa marrón y llevársela, y además mi manía de abrochar bien apretada la tapa del bolso para evitar tirones (imagináos, voy en tren y luego en metro al aeropuerto, acarreando los bultos como una sherpa) estaba deformando la bolsa y me daba la impresión de que terminaría haciéndole mal a la muñeca.

Miranda en el Trono de Hierro (Desembarco del Rey)

Ahora suelo llevar la mochila con ruedas que, si tengo mucha prisa, siempre puedo colgármela de la espalda (aunque el soporte de las ruedas me machaca las lumbares), y la bolsa de Miranda cabe en diagonal.
En el último viaje quise llevarme a los dos MSD y, como aún no he comprado una bolsa de transporte chula con bolsillitos y cosas, terminé envolviéndolos en toallas y 'sentándolos' dentro de la mochila grande. Me llevaban los demonios cada vez que alguien le pegaba un topetazo a la mochila en el metro o en Barajas, y al pasar el detector de la zona de embarque rezaba un te deum y algún mantra, de paso. Es frecuente que los muñecos 'saluden' en el detector, y te toque explicar a los empleados que son muñecos, no bebés desmembrados o lo que se les ocurra al ver el percal en la pantalla.
También es frecuente que los asistentes de tierra, simpáticos ellos, te pregunten si llevas una flauta, y si es melódica o sinfónica... cuando les contestas que es una muñeca, muchos quieren verla. En uno de sus primeros viajes a Mallorca, Miranda se hizo una foto con un asistente de vuelo, muy majete, que al verla me lo pidió y sacó su propia cámara.

En fins, que me disperso... esta vez llevo una señora maleta, no una mochila de backpacker, con las medidas autorizadas por la compañía con la que vuelo, que contiene la bolsa de los nenes. En este viaje me acompañan cuatro: Miranda, Theo, Noviembre y Pizca... Gatesy sigue metido en las cajas de mudanza, seguro que cantando 'Danny Boy' mientras se cuenta los dedos de los pies, porque a este no lo amarga ni el 'nublao' más 'nublao'. Me llevo a los cuatro y dejaré allí... no sé si a los cuatro. Se me parte el corazón, porque siempre los he tenido en casa, y puede sonar ñoño, pero aunque sólo pase una semana desde que retorno hasta que vuelvo a irme de vacaciones, y que se quedan en casa de mi chico protegiditos y bien, me están dando los siete males sólo de pensarlo. Qué chorrada, ¿verdad?

En el último viaje, también, me pasó algo bastante desagradable. Como no pude comprar los billetes hasta última hora, gracias a los simpáticos de mis cuadrantes (ojalá vivan tiempos interesantes, todos ellos) me vi obligada a volar en low cost de ida. No tengo nada contra las low cost, pero a mí personalmente no me gustan. Prefiero pagar diez o veinte euros más y no ir en low cost. Concretamente, era Ryanair, y la gente cuando compra 'chollazos' por internet para volar no suelen leerse las condiciones de vuelo. Comenzando por las personas que creen que sus billetes estarán numerados, y que se presentan en la puerta de embarque cinco minutos antes y quieren embarcar los primeros, pasando por las personas que no entienden eso de 'un bulto por persona, y tiene que caber en este ínfimo carrito oxidado que hay junto a la mesa' y se lían a meter a presión los bolsos, las bolsas del duty free, a ponerse abrigos porque no les cabe la maleta en el carrito, etecé etecé...


Miranda en Oxford (Inglaterra), junto a la tumba de J.R.R. Tolkien y su esposa Edith

Yo suelo ir prevenida, me siento en la cola una hora antes para tener ventanilla (me ENCANTA volar en ventanilla, en ese viaje en concreto rodeamos una tormenta con sus relámpagos y todo, y fue maravilloso), llevo mi equipaje de mano y facturo normalmente una maleta, imprimo mi billete en casa, todo en regla, todo en orden... me senté en mi ventanilla toda contenta y con mi mochila bien colocadita en la parte superior (A veces incluso me la coloco a los pies, es bastante más incómodo pero más seguro. Cuando viajo con el portátil, siempre me lo pongo a los pies). Cuando fui a Inglaterra con la nena, no me despegué de ella ni con agua caliente.
El avión estaba casi lleno del todo, mi fila tenía tres asientos y ya estábamos sentadas dos personas, quedaba el del pasillo. A todo esto emerge una maruja acalorada, toda pintada y con tacones, con una maleta de mano inmensa, por la puerta del avión. Cuando digo inmensa, quiero decir inmensa, creo que estaba más apretada que el corsé de la Castafiore... Horreur, ve el lugar libre de nuestro lado, le indica a su flemático marido que busque otro sitio y se dispone a acomodarse allí.
Esa es otra, las personas que aparentan tener el oro y el moro, y los ves viajando en low cost y quejándose porque no se pueden llevar el periódico, o porque no les dan almohada, o porque las azafatas no paran de ofrecer a viva voz productos de consumo, mientras hablan del club de campo. Qué gentuza, colega...

Miranda junto a la chimenea de unos amigos, en Inca (Mallorca, Illes Balears)

Bueno, me centro. Maruja pintada, maletón. Yo ya me temía lo peor. Abre la buena señora la portañica de nuestro maletero y, cual Hulk Hogan, eleva de un solo impulso el titánico bulto, encajando las ruedas en la entrada, y empujando como una posesa. Oigo que las ruedas de mi mochila golpean contra la parte posterior del maletero mientras ella embiste con su rabia ciega contra el maletón.

- ¡Oiga! ¡Disculpe! ¡Tenga cuidado, que ahí está mi maleta!

Ni corta ni perezosa, baja de nuevo la suya y saca la mía del portamaletas bruscamente.

- ¡OIGA!
- Es que aquí no cabe nada y tiene que caber - me espeta, volviendo a levantar su maleta (que, ni con esas entraba, porque os digo que estaba a punto de reventar)
- Mi maleta estaba antes. Haber hecho cola como todo el mundo para tener un sitio donde colocar la maleta...
- A saber lo que llevas en esa bolsa cochambrosa - me suelta, con toda su cara, sin dejar de embestir su bulto.
- Pues algo que vale más que todo ese strass de los chinos que llevas colgado de las orejas.

Long story short, la asistente de vuelo vino, colocó mi maleta, e indicó con una fría sonrisa a la señora que su maleta la bajaban a bodega, que tenía que pagarla como facturada a la llegada, y que hasta que no terminasen esa operación, no despegábamos. Los ojos de todo el avión creo que le taladraron esa nuca pelleja que tenía debajo de las extensiones.

En fin, que la gente tiene muy pocos miramientos y que el transporte de nuestros nenes no es tema baladí. Ya os contaré cómo me ha ido esta vez...

domingo, 16 de octubre de 2011

Novedades... y viejas inquietudes

Por consejo de una compañera de hobby, Edeiel, me he hecho un flickr para las fotos de bjdolls. Siempre me había fascinado pasear por los flickr de artistas del hobby, como Morrrigan, Youko Silvara o Apokripha, pero no creo ni de lejos que mis fotos sean lo suficientemente buenas como para estar colgadas en un flickr. Así que sí, lo he creado pero he colgado poquitas, y seguramente con el paso del tiempo muchas de las que he colgado se vayan al limbo de las imagenes eliminadas, pero por algún lado se empieza...
Además, no me gustan los tumblr, que era la otra opción. Me parecen unas páginas extrañas, donde el derecho al reconocimiento del autor se quebranta constantemente con los sucesivos reblogueos. Al final, las fotografías se convierten en piezas de consumo rápido que nadie sabe de dónde vienen (ni a dónde van, que es lo más incómodo).

Si son ustedes de alma curiosa, pueden echarle un vistazo a mi flickr aquí. Creo que pondré en la barra lateral del blog uno de esos gadgets llamativos con el enlace al flickr, si encuentro cómo y dónde.

En otro orden de cosas, ayer saqué a Miranda por la noche y la coloqué en mi mesa de ordenador, mientras intentaba hacer eso, ordenar preferencias, pensamientos e inquietudes. Y en ese acto leve y sutil, se me vinieron a la mente varias reflexiones sobre las diferentes formas de vivir el hobby.

The apple of my eye 

Como ya dije en el artículo de mi blog principal dedicado a las bjdolls, hay tantas formas de vivir el hobby como personas componiéndolo. Hay personas que compran las resinas y las dejan como están, y otras que no pueden parar de customizarlas. Hay quien compra muñecos como si no hubiera un mañana, y quien un día se da cuenta de que ya no quiere formar parte del hobby y se pone a venderlos también como si no hubiera un mañana. Hay quien jamás vendería uno de sus muñecos, y quien compra y se desencanta a la semana (cosa que siempre rezuma un tufillo de oportunismo, sobre todo si se trata de limitados).

Una actitud que no podré comprender nunca es la de las personas que compran muñecos para tenerlos... muertos de risa. Que sí, que yo los tengo siempre guardados menos cuando me da la venada y los saco para sentarlos a mi lado mientras escribo o coso, o cuando los saco para hacerles fotos. 
Pero al menos los saco... no los compro y los tengo así, en blanco, desnudos y guardados; o además compro más, y no me importa que no tengan pelo, u ojos, o que estén bizcos, o sucios, o destensados; o tampoco me he parado a pensar qué customización quiero para ellos. 
Yo los sobo, y les hago fotos, y me como la cabeza con su maquillaje y su ropa, por el amor del Meneltarma...

¿Es afán acumulativo? Porque no hablamos precisamente de personas que no tengan dinero para dejar a sus muñecos como quisieran, sino que antes de haber explorado las posibilidades de customización del molde, se lanzan a comprar otro, y otro, y a querer más. No estoy diciendo que esté mal, porque no soy quién para emitir juicios de valor, pero no lo comprendo. Este es un hobby lo suficientemente caro como para pensarse siempre muy bien las compras. Y vale que uno tenga siete muñecos y dos cabezas rodantes que aún ni sabe cómo va a encuerpar, o varios muñecos en proceso (creo que es muy raro que nos quedemos del todo satisfechos con todos los elementos que vamos modificando de nuestros muñecos), pero de ahí a tenerlos todos a cero (o a 0,2) y seguir acumulando hay un paso de gigante.

Quizá es porque veo en tanta gente los esfuerzos que requiere el mejorar en las customizaciones, en las fotografías, en la costura, incluso en las historias del personaje (si es que las tienen) que me choca esa forma de ver el hobby. Incluso alguna que otra vez me sorprendo indignada, cuando no debería importarme. Quizá porque la esencia del hobby sea, precisamente, el poder customizar los muñecos y hacerlos únicos. Yo he llevado a muñecos en proceso a las quedadas (famosas esas primeras visitas de Miranda 'la niña leucémica', mi primera muñeca, que viajó con una ropa costrosilla, unas zapatillas llavero y sin pelo), e incluso he acogido con regocijo la vista de moldes sin maquillaje recién llegados y aún oliendo a resina nueva, pero las intenciones de sus dueños siempre han sido el hacerlos suyos, únicos, personalizados. No comprar más y más y más sin haberse molestado en cuidar los que ya tienen.
Y no sólo hablo de las personas que, supuestamente, están comprando recasts a cascoporro y a puñados (que yo no conozco a ninguna), sino de gente que posee originales y originales... Ni tampoco de los que se han desencantado del hobby o no tienen tiempo para dedicárselo. Que esto último, por cierto, no me lo creo. Conozco personas que tienen trabajo, pareja, hijos, otros hobbies, incluso todo a la vez, y siguen cultivando el hobby maravillosamente.

¿Conocéis a alguien que cultive esta variante del hobby?

lunes, 10 de octubre de 2011

Wrap me up - To Anna Leddra Chapman

Esta entrada será bilingüe / This article is going to be bilingual (english is not my mother tongue, please be kind with my mistakes...)

Hoy es un día muy especial. Es el cumpleaños de una de mis cantantes favoritas, una maravillosa voz y una compositora llena de talento. Su nombre es Anna Leddra Chapman, y aunque quizá ninguno la conozcáis (aún), espero que pronto os empiece a sonar y encontréis en ella la magia que me invade cada vez que la escucho.

Today it's a very special day. It's one of my fauvorite singer's birthday, she's both a beautiful voice and a talented composer. Her name is Anna Leddra Chapman, and although maybe no one among you may know her (yet), I hope that you'll soon listen to her work and find in her songs the magic that floods me every time I listen to her music.

El photoshoot de hoy va dedicado a ella, y también es muy especial, en su honor. Esta es la primera vez que Miranda y Noviembre salen juntas en una sesión, algo muy significativo para la historia de ambas. Noviembre, os recuerdo, es una niña acogida en casa de Miranda, y no habla nunca. Una niña muy peculiar, con su propia forma de ver el mundo, y a quien muy pocos entienden de verdad. Miranda tiene la capacidad de mirar en su interior y descubrir que esa niña, un poco loca y un poco autista, un poco débil y un poco fantástica, encierra en sí todo un mundo de dolor y amor.

Today's photoshoot is dedicated to her, and it's also very special, in her honour. This is the first time Miranda and Noviembre appear together in a session, something strongly meaningful for their stories. As a remembrance, let's say that Noviembre is a lost girl taken in Miranda's custody, and her peculiar behaviour is usually misunderstood, as she doesn't talk. Miranda is able to look inside the girl and realize that Noviembre, a little crazy and a little autistic girl, a little weak and a little fantastic child, holds inside her a whole world of pain and love.

Wrap me up - lyrics by Anna Leddra Chapman
 
Meet me on the corner
Encontrémonos en la esquina
I know you know I'm there
Sé que sabes que estoy allí

 

Well the traffic lights have fallen
Los semáforos han pasado
From orange, green, to red
De naranja y verde a rojo



Let's stop, stand still now, take my hand
Paremos ahora, quedémonos quietas, toma mi mano
Let's escape as fast as we can
Escapemos todo lo rápido que podamos.


I say let's run away, make all the papers
Digo que huyamos, que hagamos que todos los papeles
Find a place with all the answers
encuentren un lugar con todas las respuestas
But you just, wrap me up and I forget
pero tú tan sólo... envuélveme y olvidaré
Just wrap me up and I forget
tan sólo... envuélveme y olvidaré

Close your eyes and hold me
Cierra los ojos y abrázame
We'll find a house in Rome
encontraremos una casa en Roma


Have a door with beaded curtains
Tendremos un hogar con cortinas de abalorios
And pictures on the wall
y fotografías en la pared

 

We'll change our names, and look out there
Cambiaremos nuestros nombres y vagaremos por ahí
Torn up jeans, and braided hair
con los vaqueros rotos y el cabello trenzado...
 



I say let's run away, make all the papers
Digo que huyamos, que hagamos que todos los papeles
Find a place with all the answers
encuentren un lugar con todas las respuestas
But you just, wrap me up and I forget
pero tú tan sólo... envuélveme y olvidaré
Just wrap me up and I forget
tan sólo... envuélveme y olvidaré



HAPPY BIRTHDAY, LEDDRA :)

Finduriel

domingo, 9 de octubre de 2011

El arte de Miranda

(Repito este artículo que tiene su origen en mi blog principal, cuando aún no existía un blog dedicado exclusivamente a mis muñecas)

Hace tiempo en el foro Bjdoll. net, al que pertenezco, comenzó un hilo llamado 'dibuja a tu molde favorito'. Debido al gran éxito de dicho hilo, se creó un segundo llamado 'Quiero que me dibujéis a...'
En este segundo, pedí que quien quisiera me dibujase a Miranda. Y os quiero enseñar los dibujos generosos, desinteresados, hermosos y muy preciados para mí que personas del foro (y de fuera del foro) me han hecho de mi primera muñeca.

Dibujo de Lolitaa. Una Miranda juvenil :)

Dibujo de Edeiel, una Miranda soñadora...

Dibujo de Tifa, con las dos expresiones y su traje de elfa.

Miranda caracterizada como Madelyne Pryor, la 'Reina Goblin', hecho por mi amigo el ilustrador Miguel Ozonas.

Dibujo de Alvis002, Miranda campestre pero con carácter.

 Una Miranda muy dulce dibujada por Numen

Os doy un GRACIAS enorme a quienes me habéis hecho estos regalos. Siento no tener arte con los pinceles ni el lapicero para poder responderos como mereceríais, pero que sepáis que me habéis hecho muy felices con vuestra generosidad. Todas las aportaciones decorarán la pared de mi rincón de estudio, escritura y costura muy pronto.

Hatsune

PD: de propina, una fotillo de Miranda :)

sábado, 1 de octubre de 2011

Piedras

Porque siempre fue así.

Siempre importaron más las piedras, padre.

¿Cómo luchar contra lo inmutable cuando tu carne está condenada a pudrirse en la oscuridad, y las ruinas siempre resplandecerán al sol, como los huesos de la historia?